El síndrome del edificio enfermo

Seguro que alguna vez has estado en un espacio cerrado y/o poco ventilado y has sentido cierta incomodidad física, como respiración pesada, picor en la garganta o en los ojos, humedad en el ambiente, entre otras. Ahora imagina trabajar constantemente en estas circunstancias… No parece muy cómo, ¿No? Este tipo de sintomatología cuando nos encontramos dentro de un edificio puede producirse por el Síndrome del Edificio Enfermo.

Diferencias entre entre el síndrome de edificio enfermo y que es un edificio enfermo

En primer lugar, conviene distinguir qué es un edificio enfermo y qué es el síndrome del edificio enfermo. Si atendemos a la NTP 289, se entiende como edificio enfermo aquel que presentan algún tipo de problema en su estructura o sistemas de ventilación, y como consecuencia acaban produciendo malestar en un gran número de sus ocupantes. En consecuencia, el síndrome del edificio enfermo es el conjunto de síntomas que presentan los trabajadores o habitantes de este tipo de edificios y que no está ligado a ninguna patología previa de la persona.

Para que un edificio enfermo sea considerado como tal, debe reunir una serie de características, por ejemplo:

  • Casi siempre tienen un sistema de ventilación forzada que generalmente es común a todo el edificio o a amplios sectores y existe recirculación parcial del aire.
  • Con frecuencia son de construcción ligera y poco costosa.
  • Las superficies interiores están en gran parte recubiertas con material textil, incluyendo paredes, suelos y otros elementos de diseño interior, lo cual favorece una elevada relación entre superficie interior y volumen.
  • Practican el ahorro energético y se mantienen relativamente calientes con un ambiente térmico homogéneo.
  • Se caracterizan por ser edificios herméticos en los que, por ejemplo, las ventanas no pueden abrirse.
  • La cantidad de polvo del ambiente dependerá de la ventilación, de la limpieza, de la presencia de humo de tabaco, etc.

Efectos nocivos de trabajar en un edificio enfermo

Existen diversos contaminantes ambientales que favorecen la aparición de estos síntomas, como los olores, la ventilación, el ruido, la humedad, la temperatura y la iluminación, entre otros. Como consecuencia de este tipo de ambientes, los habitantes presentan una serie de molestias que a largo plazo pueden resultar sumamente nocivas para su salud. Algunos de los síntomas presentes son:

  • Irritaciones de ojos, nariz y garganta.
  • Sensación de sequedad en membranas mucosas y piel.
  • Ronquera.
  • Respiración dificultosa.
  • Eritemas (Erupciones cutáneas).
  • Comezón.
  • Hipersensibilidades inespecíficas.
  • Náuseas, mareos y vértigos.
  • Dolor de cabeza.
  • Fatiga mental.
  • Elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfriados.

Síndrome del edificio enfermo: medidas de prevención

Es importante tomar medidas de prevención ante este tipo de situaciones, ya que las causas están directamente relacionadas con la infraestructura que rodea a los trabajadores.

La mayoría de las medidas preventivas son de mantenimiento tanto de higiene como de estructura del edificio, como vemos a continuación:

  • Entrada y salida del aire fresco para que se renueve.
  • Mantener una temperatura confortable, de entre 22 y 24 grados.
  • Asegurar que las tomas de aire exterior estén bien protegidas.
  • La humedad ha de intentar mantenerse entre el 40 y el 60%.
  • Es importante mantener un buen clima laboral y unas condiciones de trabajo adecuadas entre todos los empleados.
  • Utilizar una iluminación adecuada a las necesidades del
  • Mantener el nivel de ruido ambiental por debajo del límite recomendado de 50 dB (según la NTP503 del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales)
  • Limpiar regularmente moquetas y otras superficies que puedan acumular sustancias contaminantes o que puedan retenerlos eléctricamente.
  • Los productos químicos utilizados para la limpieza, el material de impresora, calderas, pesticidas y similares deben estar a buen recaudo y bien almacenados para evitar cualquier tipo de vertido o mal uso.

Aunque puede ser difícil relacionar el origen de estas molestias con el entorno, es necesario prestar atención a este tipo de síntomas y en qué momento se producen más. En la actualidad existen muchos edificios cuya infraestructura se encuentra afectada internamente, como es el caso de la Ciudad de la Justicia en Málaga, uno de los mayores inmuebles de la ciudad.

Autora:

Marta Carmona: Técnico SPRL en Metacontratas

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