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Samuel Suárez Nieto

Técnico Intermedio de Prevención de Riesgos Profesionales en MetaContratas

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Miriam Díaz Ruiz

Técnico Superior PRL en MetaContratas.

Qué se considera riesgo grave e inminente

Han pasado alrededor de 40 años desde que nació el concepto de “cultura de seguridad”, ligado a incidentes mayores y al accidente nuclear de Chernobil ocurrido el 26 de abril de 1986.  Concretamente, en el informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, apareció mencionada una “cultura de seguridad deficiente o pobre” como uno de los factores existentes en la organización.

Hoy día, este concepto ha evolucionado y es mundialmente conocido como cultura preventiva (“safety culture”) y aunque a menudo es entendido bajo visiones diferentes según las distintas personas que la definan, la matriz suele ser común.

1. La cultura preventiva como valor

De forma simplificada, cuando hablamos de cultura nos referimos a la forma en la que actuamos conforme a nuestro modo de vida, conocimientos y valores compartidos en la interacción entre las personas y las condiciones del entorno.

Aplicada a nuestro ámbito, cultura preventiva es todo lo que hacemos, ya sea para bien o para mal, en relación a los aspectos relacionados con la Seguridad y Salud.

Si bien, crear conciencia y velar por el bienestar laboral requiere un proceso de cambio en el carácter de una organización, empleando metodologías o procedimientos corporativos relacionados con la optimización y la mejora continua del proceso, llegar a alcanzar una cultura preventiva madura no trata sobre seguir únicamente procedimientos y normas.

Es más, cuando la seguridad y la salud son un valor para las empresas, es decir, las personas que lideran las empresas toman medidas para cuidar su propia salud y la del resto de personas de su entorno, sus mensajes son coherentes y actúan en consecuencia; es entonces cuando los trabajadores se dan cuenta de que “el 0 accidentes” no es un objetivo a conseguir, sino que la seguridad y salud laboral es un valor dentro de la organización.

Hablamos de la sensibilización y la motivación como clave para que las normas y procedimientos dejen de ser eso y pasen a ser hábitos adquiridos en las personas. Podemos confiar en que en un entorno “yo te cuido, tú me cuidas”, las personas, de forma libre, comienzan a hacer lo correcto según los procedimientos marcados y estos comienzan a suponer menos acciones, tiempo y energía en las organizaciones.

2. ¿Se puede medir la cultura preventiva?

Las empresas que deciden integrar un sistema de gestión de la seguridad y salud en sus procesos de trabajos, en muchas ocasiones se quedan en la línea del cumplimiento legal en base a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Las que van más allá, en búsqueda de una cultura preventiva eficaz y madura, normalmente se encuentran preguntándose en qué nivel o punto está su organización y cómo pueden seguir mejorando.

Para ello existen distintas metodologías o herramientas para medir el clima preventivo en las empresas:

  • Método NOSACQ-50: es una de las herramientas más utilizadas para evaluar el clima preventivo en las organizaciones. Se trata de un cuestionario de 50 preguntas clasificadas en 7 dimensiones relacionadas, por un lado, con la gestión preventiva por parte de la dirección y, por otro lado, con actitudes colectivas de todos los miembros de la organización.
  • La curva de Bradley de Dupont: mundialmente reconocida, la curva de este modelo representa la evolución de la cultura de seguridad en las organizaciones desde lo reactivo o instintivo hacia lo interdependiente o colectivo y anticipativo. Su cuestionario sobre la percepción de la seguridad cuenta con 27 preguntas relacionadas con tres ejes aplicados a la prevención: liderazgo, organización y los procesos y acciones de la empresa.
  • Modelo de Parker: conocido como la escalera de la cultura preventiva, marca una clasificación dimensional de manera ascendente en función de la situación de la seguridad y salud laboral de la organización. Los niveles o escalones de menor a mayor clasificación son: patológico, reactivo, calculador, proactivo, generativo.
  • El modelo de oleadas de Hudson: este modelo plasma el clima de seguridad a través de tres periodos contextuales, llamados oleadas o etapas: oleada técnica, oleada de gestión y oleada cultural y humana.
  • Visión Zero: reciente metodología de autoevaluación, propuesta por la Asociación Internacional de la Seguridad Social, en la que se analizan tres dimensiones: la seguridad, la salud y el bienestar en la organización; a través del análisis siete componentes que se consideran fundamentales en una cultura de prevención eficaz.

3. Herramientas para mejorar la cultura preventiva

Una vez conocemos en qué nivel estamos, el siguiente paso consiste en definir el camino a seguir teniendo en cuenta desde dónde partimos y hasta dónde queremos llegar. Es por esto que no existe un plan y una ruta a seguir universal que funcione para todas las empresas y personas por igual, sino que debe ser trabajado poco a poco, invirtiendo recursos, tiempo y esfuerzo mediante metodologías y sistemas de seguimiento del proceso.

No obstante, existen tres conocidas dimensiones de la cultura preventiva sobre las que centrar el foco de acción:

  • El compromiso: por parte de la empresa, impulsado por la dirección, mediante estrategias y dinámicas positivas para la mejora de la seguridad y salud de las personas.
  • La dinamización: es la forma práctica por la que se movilizan las personas y que comienzan a crear sensibilización y concienciación en la organización.
  • El aprendizaje: entendido como el trabajo y esfuerzo continuado de una organización por mejorar el sistema de mejora continua en la cultura preventiva.

Si tenemos que hablar de herramientas fáciles de aplicar para impulsar la cultura preventiva de una empresa, os recomiendo los consejos y acciones que Anabel Carrillo comparte a menudo en su blog, como impulsadora del cambio hacia la generación de entornos más seguros, eficientes y responsables, con amplia experiencia en Formación, Mentoring y Cultura Preventiva. ¡Te invitamos a leerla y a compartir con nosotros qué herramientas usas tú en tu plan para mejorar la cultura preventiva de tu organización!

Fuentes y enlaces de interés:

Anabel Carrillo. Cultura preventiva: ¿Tienes ya las herramientas?

Estíbaliz Añón Escribano.Lo importante es medir: 5 modelos para conocer nuestro nivel de Cultura Preventiva

Salvador Carmona Fálder. La cultura preventiva

Carlos Arévalo y Aitor Jaén. Manual Técnico sobre Cultura Preventiva en la Empresa: métodos de evaluación y mejora

Ibermutuamur. Buenas prácticas para mejorar la Cultura Preventiva en las empresas

Autora:

Irene Gómez Pavón – Técnico Superior PRL en MetaContratas.

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