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Miriam Díaz Ruiz

Técnico Superior PRL en MetaContratas.

¿Cómo actuar ante una emergencia en el trabajo? Primeros auxilios en el entorno laboral

Cuando ocurre un accidente, ya sea en ámbito laboral o no, las personas que están cerca deben saber cómo actuar para poder ayudar al accidentado.

Los primeros auxilios consisten en el conjunto de actuaciones y técnicas que realiza el auxiliador de forma inmediata a una persona enferma, lesionada o accidentada en el lugar de los acontecimientos, con material prácticamente improvisado, con el fin de que las lesiones sufridas no empeoren hasta que la víctima pueda ser atendida por personal especializado.

PPAA y la ley 31/1995 de PRL

La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales recoge en el capítulo III, artículo 20, la obligación del empresario de analizar las posibles situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias en materia de primeros auxilios.

Para ello deberá:

  • Designar al personal encargado de poner en práctica dichas medidas.
  • Comprobar periódicamente el correcto funcionamiento de las medidas adoptadas.
  • Organizar las relaciones que sean necesarias con servicios externos a la empresa, asistencia médica de urgencia, salvamento y lucha contra incendios, de forma que quede garantizada la rapidez y eficacia las mismas.

Protocolo PAS

En caso de accidente debemos tener perfectamente estructurado el procedimiento para saber cómo y cuándo actuar, y hacerlo con la mayor calma y brevedad posible. Para ello se ha desarrollado el método PAS. Las acciones a seguir son las siguientes:

  • Proteger: tanto al accidentado como al propio auxiliador evitando que la situación se agrave.
  • Avisar: a los equipos de emergencias pertinentes según el tipo de accidente (bomberos, policía y/o equipos sanitarios).
  • Socorrer: deberemos asistir a la persona afectada mientras llega el personal cualificado. En caso de existir varios accidentados establecer prioridad de actuación atendiendo según la gravedad de éstos. No mover a las víctimas innecesariamente ya que se podría agravar las lesiones producidas.

¿Cómo actuar?

Pérdida del conocimiento

Debemos asegurarnos de que la persona accidentada tiene presentes las constantes vitales (respiración y pulso). Si respira colocaremos a la víctima en posición lateral de seguridad (PLS) para prevenir la asfixia causada por lengua caída o posibles vómitos:

  • Con el accidentado boca arriba, separar el brazo más próximo a nosotros de su cuerpo y flexionarlo 90 grados.
  • Doblar la pierna opuesta por la rodilla y apoyar ese pie en el suelo. Coger por debajo esa rodilla y, con la otra mano, por el hombro del mismo lado. Girar al accidentado suavemente atrayéndolo hacia nosotros.
  • Abrir vía aérea y apoyar la mejilla sobre el dorso de la mano del brazo que queda arriba.
  • Esperar a que llegue el personal especializado.

Paros cardiorrespiratorios

Los síntomas comunes que presenta un paro cardiorrespiratorio son ausencia de pulso, ausencia de respiración y pérdida del conocimiento. En estos casos, mientras llegan los profesionales se debe iniciar la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP):

  • Situar a la víctima sobre una superficie dura y plana
  • Colocar la base de la mano sobre el esternón y la otra mano sobre la primera, entrecruce los dedos de las dos manos para comprimir sólo con la base de las manos y lograr hundir el esternón no más de 5 cm.
  • Hacer 30 compresiones y 2 ventilaciones (respiración boca a boca) repitiendo hasta que la persona recupere o hasta que llegue la ayuda.

Obstrucción de las vías respiratorias

En caso de que la víctima presenta síntomas de atragantamiento y permanezca consciente:

  • Incitar a la persona a toser.
  • Dar 5 golpes intraescapulares.
  • Si el cuerpo extraño continua sin salir procederemos a realizar la maniobra Heimlich

1.- Sitúese detrás de la víctima. Pase sus manos por debajo de los brazos de ésta juntando las manos hacia el frente haciendo un puño con una mano, colocando el dedo pulgar hacia adentro.

2.- Coloque su otra mano sobre el puño manteniendo los codos separados de su cuerpo y empuje hacia adentro y hacia arriba de forma rápida forzando salir el aire de los pulmones de la víctima.

3.- Repetir la maniobra hasta que tosa.

Si la víctima está inconsciente iniciaremos la maniobra RCP.

Hemorragias

Entenderemos como tal cualquier salida de la sangre de los cauces normales del cuerpo humano. El objetivo del socorrista será evitar la pérdida de sangre de la persona accidentada siempre que sea posible.

  • Aplicar compresión directa en el punto de sangrado con un apósito limpio (gasas, pañuelo, etc.) durante diez minutos, elevando el miembro afectado a una altura superior a la del corazón de la persona accidentada.
  • Aliviar la presión ejercida sobre la herida una vez hayan transcurrido los diez minutos, pero sin quitar nunca el apósito. Si se logra detener el fluido de sangre, hay que vendar la herida y trasladar a la persona accidentada al hospital.
  • Si falla la compresión directa utilizaremos la compresión arterial. Para ello se debe encontrar la arteria principal del miembro afectado (brazo o pierna) y detener la circulación sanguínea en esa zona mediante una compresión efectuada con las yemas de los dedos del socorrista. La compresión debe mantenerse hasta la llegada de la ambulancia o el ingreso hospitalario de la persona accidentad
  • Realizar un torniquete. Este sistema se utilizará sólo en el caso de que los anteriores métodos no sean eficaces o cuando exista más de un accidentado en situación de emergencia y el socorrista esté solo.

Aplicar el torniquete por encima de la herida y en el extremo del miembro afectado, utilizando para ello un vendaje ancho. Ejercer la presión necesaria para detener la hemorragia y anotar la hora de colocación. El socorrista nunca aflojará el torniquete.

Quemaduras

Las quemaduras son lesiones debidas a la acción del calor sobre la piel. Se distinguen entre primer segundo y tercer grado en función del grosor de la profundidad de ésta.

La actuación correcta será la siguiente:

  • –          Evacuar al individuo del foco térmico.
  • –          Refrigerar con agua en abundancia.
  • –          Cubrir o tapar la zona lesionada con gasas o paños limpios.
  • –          Evacuar al herido a un centro médico.

Es importante pues, que tanto para el ámbito laboral como para nuestro día a día, estemos formados en materia de primeros auxilios y disponer además en nuestras instalaciones de los materiales que nos permitirán actuar ante estas situaciones de emergencia. Para ello puedes consultar nuestro anterior artículo, donde te contamos qué debe tener el botiquín de primeros auxilios.

Fuentes y enlaces de interés:

NTP 605: Primeros auxilios
NTP 247: Reanimación cardiopulmonar
NTP 467: Obstrucción de las vías respiratorias
NTP 469: Hemorragias
NTP 524: Quemaduras

Autora: Ana Elena Martín – Técnico Superior PRL en MetaContratas.

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