¿Qué es el estrés laboral y tipología de estos?
Se denomina estrés laboral al conjunto de reacciones emocionales, cognitivas, físiológicas y del comportamiento del trabajador a ciertos aspectos adversos o nocivos del contenido, el entorno o la organización del trabajo.
El estrés laboral ha ido en aumento en los últimos tiempos, debido a que los tipos de trabajo han ido variando en las últimas décadas.
En la Unión Europea, el estrés es la segunda causa de baja laboral, afectando a unos 40 millones de trabajadores cada año. Se cree que un 28% de los trabajadores europeos sufre algún tipo de estrés.
Aun así, el estrés no ha de ser tomado siempre como algo negativo. Un cierto grado de estrés (eustrés) ayuda a que estemos en condiciones perfectas para enfrentarnos a determinadas situaciones, a responder ante exigencias del entorno. Al igual que no sentir nada de estrés (distrés o estrés negativo) tiene consecuencias negativas pues estaría relacionado con la desmotivación, conformismo y desinterés.
¿Cómo se produce el estrés laboral?
Exiten diferentes motivos, entre otros se encontrarían estos:
• Una sería aquella relacionada con la demanda de trabajo y el control del trabajador sobre este.
– Cuando la demanda de trabajo es alta y la capacidad de control de toma de decisiones es baja se produce el alto estrés.
– Lo contrario a la situación anterior, capacidad de control alta y baja demanda de trabajo, denominado bajo estrés.
– El activo (alta demanda y alto control).
– El pasivo (baja demanda y bajo control).
• También se conoce la importancia que tiene el apoyo social (compañeros y superiores) en la existencia en mayor o menor medida del estrés laboral. De manera que un alto apoyo social en el trabajo va a disminuir el efecto del estrés y un bajo apoyo lo aumenta.
• Otra sería la relacionada entre las demandas del entorno y los recursos de los trabajadores para afrontarlas, es decir entre las capacidades necesarias para afrontar un trabajo y las habilidades del trabajador.
• Incluso otra causa asociada al estrés laboral ocurre cuando un trabajador siente que realiza un alto esfuerzo y no es recompensado como debiera. Esta recompensa estaría asociada al dinero, estima y control del estatus. Es decir, no hay un equilibrio entre el esfuerzo y la recompensa.
¿Qué consecuencias tiene el estrés laboral?
Como ya hemos mencionado anteriormente, las consecuencias pueden ser:
– Físicas: trastornos cardiovasculares, gastrointestinales, respiratorios, endocrinos, dermatológicos, musculares y del sistema inmune.
– Psiquicas: incapacidad de decidir, confusión, preocupación, baja atención y concentración, falta de control, olvido y desorientación, mal humor, hipersensibilidad a las críticas y propensión a los accidentes y al consumo de tóxicos.
– Organizativas: Los efectos del estrés se pueden extender también a las relaciones interpersonales, al rendimiento y la productividad.
Claves para hacer frente al estrés laboral
Antes de ir al trabajo:
– Medir el tiempo. Levantarse con prisas no ayuda en nada.
– Repasar las tareas que vas a realizar. Mejor no dejarse nada en casa y tener todo más controlado.
En el trabajo:
– Planear las tareas, tratando de priorizar las actividades.
– Darse tiempo para pensar. La ineficiencia y una baja productividad es dada muchas veces por no prestar la suficiente atención a lo que se está haciendo.
– Organización del lugar de trabajo. Este es nuestro ambiente de trabajo e influye en la estabilidad mental. El desorden puede provocar situaciones de estrés.
– Tomar un descanso. Solo el hecho de levantarte, estirar y caminar un poco reduce el cansancio mental y el nivel de estrés.
– Evitar distracciones. Centrarse en el trabajo y lo menos posible en los asuntos personales.
Fuera del trabajo:
– Desconectarse del trabajo: Tratar de dejar cubierto con antelación las tareas laborales para poder olvidarse de la tensión laboral.
– Y por último y no menos importante: comer sano, dormir bien, hacer ejercicio y disfrutar de los hobbies que se tengan ayudarán a rebajar dicho estrés.